Cuando una persona tiene una necesidad que podríamos cubrir perfectamente desde la farmacia (cosmética, higiene, cuidado de la salud, cuidado del bebé…), tu farmacia es sólo una de las muchas opciones que puede barajar esa persona. El número de opciones es… enorme:
marketplaces de internet
tiendas online
grandes superficies
parafarmacias
perfumerías selectivas
otras farmacias…
¡No desesperemos! Vayamos por partes.
Tu farmacia tiene importantes puntos fuertes para competir con solvencia en este complejo contexto. Ahora bien, la multitud de opciones que tiene el cliente nos exige conocer bien nuestros puntos fuertes, analizarlos y potenciarlos al máximo.
Un punto fuerte evidente es el medicamento. El medicamento de prescripción, además de constituir la categoría principal en la inmensa mayoría de las farmacias, proporciona una ventaja evidente: el medicamento genera un flujo diario de personas a tu farmacia.
Cuando una persona acude a tu farmacia a por su medicación, es muy posible que al mismo tiempo lleve en su cabeza otras necesidades, como decíamos al principio: necesidades cosméticas, de higiene, de cuidado de la salud, de cuidado del bebé, etc.
El objetivo por tanto es que, una vez que ha entrado en la farmacia, se de cuenta de que ÉSTE ES EL SITIO PERFECTO para cubrir el resto de necesidades que lleva en mente.
¿Cómo lo hacemos?
Entran aquí en juego una serie de factores y todos suman para lograr nuestro objetivo. Sobre todo los mensajes que recibe el cliente y que pueden hacerle pensar: “Aquí debería yo preguntar lo de…”. En nuestras manos está transmitirle los mensajes correctos para que esto ocurra. Y pienso que los dos elementos principales son éstos:
El momento de interacción con la persona que le atiende.
Los mensajes que transmite el espacio físico de la farmacia, en este caso fundamentalmente el surtido de productos y cómo están dispuestos.
En cuanto al primer punto, el potencial del momento de interacción personal con el cliente y qué podemos hacer para mejorarlo, lo detallo en esta entrada: ENCANTAR AL CLIENTE.
El segundo punto (los mensajes que transmite el surtido de productos y cómo están dispuestos) lo trataré a fondo en una próxima “Fórmula de los jueves”!
¡Espero que te haya hecho reflexionar! Como siempre, me encantaría saber si tienes algún comentario, discrepancia o idea complementaria. Puedes responder a este email o si lo prefieres agendar una cita aquí. Hablaremos durante 15-20 minutos sobre éste o algún otro tema que te interese especialmente.
¡Será un placer y aprenderemos los dos!
Comparte esta entrada en tus redes: