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Hoy me gustaría hablar sobre SALUD COMUNITARIA. De todas maneras, si te interesa comentar cualquier otro aspecto concreto de tu farmacia, puedes solicitar una cita aquí y estaré encantado de tener una llamada contigo para hablarlo.
Una farmacia es una puerta de entrada a la salud, accesible y cercana, en el corazón de la comunidad. Una cruz verde que nunca se apaga. El farmacéutico potencia su rol como activo en salud a través de, como mínimo, estos tres ejes fundamentales:
Todos los servicios que ofrece alrededor del medicamento (que podríamos agrupar bajo el término “atención farmacéutica”).
La dispensación y elaboración de medicamentos personalizados (formulación magistral).
El rol de la farmacia como activo en salud en la comunidad (salud comunitaria).
Los farmacéuticos reúnen los atributos clave para una atención primaria a nivel local, en todos los barrios, además de ser los profesionales sanitarios más accesibles. A pesar de esta posición ventajosa, el papel de las farmacias como agentes promotores de la salud no se reconoce ni promueve suficientemente.
¿Pero nosotros, los farmacéuticos, hacemos lo suficiente?
LA COMUNITARIA
Cuando Antonio Villafaina (Dr. en Farmacia y titular de la Farmacia La Comunitaria -el nombre ya es toda una declaración de intenciones-, en San Isidro, Tenerife) empezó a compartir en el chat de SEDOF información sobre las actividades que realiza en su farmacia, noté un click en mi cerebro: ese tipo de iniciativas son las que verdaderamente dan sentido al adjetivo “comunitaria” en la farmacia comunitaria.
Hoy me propongo hablar de su caso. Me parece realmente inspirador. También se lo ha debido parecer a la Comisión Europea, porque hablan de ellos en su último informe sobre Responsabilidad Social Corporativa en PYMES de la UE. En su caso, bien podríamos hablar de “Responsabilidad Social Comunitaria” 🙂 ¡Enhorabuena Antonio!
La visión de Antonio consiste en que una farmacia es el espacio perfecto para servir de “catalizador” en procesos de salud comunitaria, convirtiéndose en un agente activo al cuidado de la salud de la comunidad donde se ubica. Antonio estableció su farmacia, La Comunitaria, hace escasos 5 años en el seno de una comunidad bastante deprimida (San Isidro, 30.000 habitantes):
16% analfabetismo.
20% población sin completar estudios primarios.
Mayormente trabajadores del aeropuerto y de la hostelería en zonas turísticas cercanas.
Gran diversidad racial y cultural (más de 100 nacionalidades).
Limitada exposición y predisposición a la educación para la salud.
Eligió el lugar a conciencia. Se había cansado de trabajar como farmacéutico para la administración en su Extremadura natal (donde había desarrollado iniciativas tan interesantes como polimedicado.org) y estaba deseoso por desarrollar su propia personalidad como farmacéutico.
El equipo de La Comunitaria promueve un enfoque innovador de la atención médica, donde las farmacias son agentes importantes para fomentar la salud de la comunidad. El medicamento en sí no es suficiente para abordar los problemas de salud de las personas y, a menudo, es necesaria una intervención adicional para identificar y resolver la causa raíz del problema:
Brindan a su vecindario altamente diverso acceso seguro y equitativo a los medicamentos.
Comparten activamente conocimientos sobre una vida saludable.
Tratan de identificar y abordar la causa raíz de las condiciones existentes.
Realizan un mapeo de los activos en salud y recursos socio-sanitarios de la zona, colaborando con otras farmacias, el centro de salud, otros profesionales de la salud, asociaciones y ONGs locales.
Asesoramiento literario a través de la biblioteca de la farmacia, que contiene libros sobre salud, alimentación y nutrición, empoderamiento de la mujer, minorías racializadas y LGBTQ+, entre otros.
Además, abordan temas que están íntimamente relacionados con los derechos humanos básicos, como el sobrediagnóstico de niños con hiperactividad, violencia de género y otros. El equipo de La Comunitaria está compuesto por farmacéuticos, técnicos, un nutricionista y un psicólogo comunitario. Abordan su trabajo con la conciencia de que la atención, la compasión, la comprensión y el aprendizaje de la lectura son herramientas poderosas en el proceso de curación.
COSMÉTICA ÉTICA
Este enfoque innovador se extiende también a la selección de cosméticos y parafarmacia que ofrece la farmacia.
Por ejemplo, su proyecto #Afrolook tiene como objetivo empoderar a las comunidades negras y latinas del vecindario brindándoles acceso a cuidado de la piel y el cabello, así como a productos de belleza específicos.
Para mí fue una satisfacción cuando adoptó nuestra línea de productos Marro Fórmulas Originales, porque comparte sus valores: una cosmética ética, de recomendación en farmacia, honesta y formulada buscando la eficacia en cada una de sus indicaciones.
RED DE FARMACIAS “CATALIZADORAS DE SALUD”
Finalmente, Antonio está trabajando en la creación de una fundación para establecer una red de farmacias “catalizadoras de salud”. Farmacias convencidas de que ayudar a la comunidad es su responsabilidad como organización y actor público. La fundación dará soporte y apoyo para avanzar por este interesante camino. ¡A seguir de cerca!
En este video, grabado cuando les concedieron el Premio Cinfa a la Innovación 2020, nos lo cuenta él mismo.
Si quieres iniciarte en la “Responsabilidad Social Comunitaria”, quizás esta checklist de la UE pueda ser un buen punto de partida.
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